En la ceremonia realizada el pasado 16 de diciembre, se reconocieron los dones que les han sido regalado a nuestros estudiantes, que recorrido un arduo camino de trabajo y constancia hoy rinden frutos. El Esfuerzo que entregan cada día nuestros estudiantes para ir logrando sus metas, va produciendo una cosecha rica y abundante que nos llena de orgullo como comunidad educativa.
El cumplimiento de los deberes escolares y la responsabilidad demostrada durante el año, son dignas de destacar. Es así que queremos premiar a los merecedores de los distintos reconocimientos por este esfuerzo.
Nos sentimos muy orgullosos de los logros y hacerlos extensivos en el tiempo, porque un estudiante Marista debe siempre buscar dar lo mejor de si, ayudando a contribuir una sociedad mejor, no se olviden de nuestro mandato: “Buenos cristianos y virtuosos ciudadanos”.
Estamos llamados como comunidad Marista a ser un nuevo comienzo, este es el lema que nos impulsa a vivir cada día sembrando esperanza. Esta invitación nos permite acercarnos al sueño de Marcelino Champagnat: que todos podemos llevar el evangelio en nuestras familias.