Inspirados por sus movimientos, desde los más pequeños a los jóvenes del Segundo Ciclo, junto con sus educadores, nos deleitamos de nuestros orígenes, de las diferentes culturas que han hecho de nuestra tierra y nuestro pueblo un don que emerge desde sus raíces, disfrutando alegre y emotivamente cada paso, cada son y la riqueza que se estableció armónicamente en nuestro baile nacional cuando fuese interpretado por los bailarines y nuestros entusiastas alumnos y alumnas.
Con un espectáculo maravilloso en cada una de sus puestas en escenas, cada bailarín y músico, acompañados por su Directora, dispusieron de sueños que se convierten en realidad, inspirándonos a seguir danzando en medio de nuestros patios al rememorar nuestras costumbres y la esencia de nuestra gente.
Agradecemos a todos quienes hicieron posible y enriquecedora la alegoría de leyendas, ceremonias, tradiciones y costumbres, que presenciamos con un deseo cierto de seguir profundizando en nuestra historia, y de seguir sembrando futuro.
A las tierras sin nombres y sin números
bajaba el viento desde otros dominios,
traía la lluvia hilos celestes,
y el dios de los altares impregnados
devolvía las flores y las vidas.
En la fertilidad crecía el tiempo.
Un nuevo aroma propagado
llenaba, por los intersticios
de la tierra, las respiraciones
convertidas en humo y fragancia:
el tabaco silvestre alzaba
su rosal de aire imaginario…
Pablo Neruda, Vegetación