¿Cómo saliste hoy de tu casa? ¿Te despediste amorosamente de tu familia? ¿Pudiste compartir el desayuno? A veces la vida cotidiana nos arrastra a la rutina, pero el día a día está lleno de hermosos momentos para atesorar. Sobre esto y más nos compartió su testimonio Carolina Velásquez, quién a través de su historia, nos invitó a reflexionar al respecto.

La instancia busca que Mujeres Fuertes de nuestra comunidad puedan replantearse la manera en la que están compartiendo su vida y las posibilidades que a diario nos perdemos. Hoy Carolina nos comparte que la vida, a pesar de dar vueltas bruscas e inesperadas, es una oportunidad de renacer desde las cenizas, para darle nuevos colores a nuestro caminar.

Una de las formas que encontró para fortalecer el espíritu luego de una difícil situación fue el deporte. Ella compartió que a través de la actividad física y el autocuidado, pudo reencontrarse, fortaleciendo su cuerpo y espíritu. Y esta es exactamente la invitación que nos compartió finalizada la jornada.

El Encuentro Mujeres Fuertes se desarrolló en la nueva Cafetería de CMCH y contó con la participación de 15 apoderadas, las cuales pudieron disfrutar de un significativo momento junto con otras mujeres, para terminar disfrutando de una actividad de zumba.

Hoy, te invitamos a considerar esta invitación, pero sobre todo, a valorar los pequeños regalos que a diario Dios comparte con nosotros.