Invitados a caminar en la ciudad de Quillota camino a Rauten, nos hemos reunido con otros mil jóvenes que participaron de la peregrinación juvenil marista; Dando así un testimonio vivo del rostro joven de Dios.
Motivados y guiados por la propia experiencia de Champanat, recorrimos 9 km de en los cuales compartimos la alegría y entusiasmo de los jóvenes para dar un testimonio de fe en medio de nuestra sociedad.
Nos sentimos profundamente motivados a seguir caminando para ser anuncio vivo del evangelio en medio de la comunidad.