Animados en nuestras ganas de compartir en una agradable velada, en compañía de los hermanos y el personal de nuestro colegio, como en años anteriores, hemos celebrado en medio de sonrisas, compañerismo y reencuentros. Que la música, la mano tendida; la mirada amiga y la sonrisa amable, sean sencillos gestos de lo bien que es sentirse parte de una misma familia que reza, celebra y permanece unida a través de la fiesta, el trabajo y la oración, al estilo de Jesús y María… con la delicadeza de la palabra a tiempo, con la añoranza de quienes no pudieron estar presentes y con el deseo que, como comunidad, sean muchos años más los que nos lleven a celebrar vivamente el testimonio de Champagnat. Gracias a los hermanos, representados por el hermano Cruz Alberdi y por el presidente de la Fundación, el hermano Jesús Pérez, tanta gracia convertida en compañía, mantel, diálogo y melodía.