Estudiantes recreando la última cena.
Durante Semana Santa, nuestro colegio vivió momentos de profunda espiritualidad y reflexión en esta festividad fundamental en nuestro credo y que conmemora los últimos días de la vida de Jesucristo.
La Semana Santa estuvo marcada por diversas actividades que invitaron a la comunidad educativa a profundizar en su fe y espiritualidad. El lunes, se dio inicio con una emotiva ceremonia en los diversos patios del colegio recreando el Domingo de Ramos. Estudiantes, docentes y personal administrativo se reunieron para iniciar juntos este periodo de reflexión y recogimiento.
A lo largo de los días siguientes, se llevaron a cabo una serie de actividades especiales, como momentos de oración, reflexión y meditación, dirigidos por el equipo de Evangelización del colegio. Estos espacios brindaron la oportunidad a los estudiantes y miembros del personal educativo de conectarse con su fe y profundizar en el significado espiritual de la Semana Santa.
Una de las actividades más destacadas fue el jueves Santo, donde los diversos estamentos representaron la última cena a cargo de estudiantes de diferentes cursos. Con gran dedicación y compromiso, los jóvenes actuaron escenas clave de la vida de Jesús, transmitiendo de manera conmovedora el mensaje de amor, sacrificio y redención que caracteriza esta época del año.
Además, se organizaron momentos de servicio y solidaridad, cuando los educadores maristas, salieron del colegio y entregaron oración en la calle Sexto de Línea, hasta llegar a la plaza Batallón Chacabuco. Esta acción refleja el compromiso del colegio con los valores cristianos de amor al prójimo y servicio a los demás, además de potenciar nuestra tarea de educar.
La Semana Santa culminó el lunes de Pascua con una celebración en las secciones, donde la comunidad escolar se reunió para celebrar la resurrección de Jesucristo y renovar su compromiso con los valores cristianos. Fue un momento de alegría y esperanza, en el que todos pudieron experimentar la presencia viva de Cristo en sus vidas y en la comunidad. Además, como gesto, se le entregó un pequeño presente a todos los niños, niñas y jóvenes del colegio.
En resumen, la Semana Santa fue una oportunidad para profundizar en la fe, reflexionar sobre el significado de la pasión y la resurrección de Jesucristo, y fortalecer los lazos de comunidad y solidaridad entre todos los miembros de la familia educativa.