El lunes 10 de enero se cumplía el tiempo tan esperado
para dejar la ciudad de Santiago y partir rumbo a una
"tierra nueva"; el destino era incierto para la mayoría
del grupo, sólo algunos habían estado después del
terremoto entregando una ayuda en el sector, no obstante
el ánimo era exactamente el mismo en cada uno de
nosotros. Íbamos a misionar.
¿Qué podía significar MISIONAR ¿Cómo se hace ¿Qué
se dice Eran las preguntas más recurrentes en los jóvenes, las
respuestas las encontramos en el momento mismo de pisar Chequenlemu.
El paisaje era tan impresionantemente atractivo que en nuestros
corazones sentíamos el impulso por salir al encuentro de las otras
personas, había tanto por hacer y de alguna forma debíamos
compartir, celebrar y hacer oración. ¡Chicos, eso es misionar! Fue
nuestra primera exhortación. Y así fuimos instalándonos y
habituándonos del lugar, hicimos los horarios y determinamos las
tareas. Nos planteamos, en clave orante, objetivos personales y
salimos a caminar. Fueron pasando los días y el servicio de pintar
el colegio se amenizaba con música y buen humor; unos, hacían
actividades con niños, otros visitaban las familias e invitaban a la
liturgia de la tarde (en una capilla que quedaba bastante lejos), en
fin, todos y todas muy ocupados. Cosa curiosa, el ánimo siempre se
mantuvo en el pic de la motivación. Nos vimos amenazados por un
incendio forestal de gran proporción, que quemaba el cerro vecino,
helicópteros y avionetas tirando agua, camiones con estanques,
bomberos y rescatistas cuidaron el colegio por varios días, lograron
dominar el fuego y volvernos la calma y la seguridad para seguir con
la tarea que ya no sentíamos nuestra sino de Dios. Él quería
misiones en el lugar.
No nos queda más que agradecer al Padre Dios el
regalo de su Espíritu para ir y anunciar la buena noticia de Jesús
en medio de personas muy cariñosas. Encomendamos a María, la Buena
Madre, la comunidad de Chequenlemu y en lo personal, encomiendo a
cada uno de los alumnos y profesores misioneros que hicieron
posible incorporar a la pastoral del colegio una nueva forma de
hacer presente a Jesús, María y Champagnat en nuevas tierras.
Soñamos nuevas misiones, nuevos misioneros en un futuro muy próximo.